miércoles, 5 de agosto de 2015

Salud y enfermedad.

Nadie puede escapar de los cuatro sufrimientos universales: el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte..
Si contemplamos la vida desde la perspectiva de las tres existencias(presente, pasado y futuro)como algo eterno, la enfermedad puede convertirse en un camino para forjar y profundizar en nuestra humanidad, desarrollar las cuatro nobles virtudes: eternidad, felicidad, verdadera identidad y pureza y desarrollar un estado de vida indestructible a pesar de las circunstancias, elevando nuestro estado vital, dando un giro de 180º en los resultados al mostrar un coraje, voluntad y esperanza que determinará el futuro y a la vez encenderá la llama de los corazones que nos rodeen, convirtiéndonos en un ejemplo de la transformación del karma en misión.

"La persona que jamás es vencida, que jamás se rinde, que jamás retrocede, pase lo que pase, es una triunfadora en la vida"(Daisaku Ikeda).

Como dijo Dante:
"La esperanza es una expectativa segura de la gloria futura, producida por la gracia divina y los méritos precedentes".

La diferencia entre la felicidad y el infierno es la forma en que vivimos lo que nos sucede.
Si contemplamos la vida desde la perspectiva de la eternidad de las tres existencias, el estado de vida en que morimos es transcendental porque marcará el estado de vida con el que renaceremos.





Fuentes: "Aprendamos de los Escritos de Nichiren Daishonin"(Daisaku Ikeda)
"La prueba del Sutra del Loto"(Nichiren Daishonin)