miércoles, 2 de diciembre de 2015

Budismo Soka Gakkai. Daimoku. Gongyo. Gohonzon.

        La práctica del budismo de Soka Gakkai se basa en la recitación mañana y tarde del daimoku (Nam mioho renge kyo) y el Gongyo (capítulos dos y dieciséis del Sutra del Loto) ante el Gohonzon (medio para observar la propia mente), así como la posibilidad de asistir a las reuniones de Estudio para profundizar en los conceptos y adquirir conocimiento y la participación en las Reuniones de Diálogo.   



GOHONZON . El medio para observar la propia mente.




En el centro del Gohonzon están escritos los caracteres chinos «Nam-myoho-renge-kyo, Nichiren». El Gohonzon es, así, un objeto físico que corporifica la fusión perfecta de la Ley última del universo o Nam-myoho-renge-kyo, y la Persona, el Buda origi-nal  o Nichiren Daishonin. A la derecha y a la izquierda de estos caracteres centrales están inscritos los nombres de seres que representan cada uno de los Diez Estados de los cuales la vida está perfectamente dotada. Los nombres de budas, bodhisattvas y otros seres están inscritos, tal como se indica en la majestuosa Ceremonia en el Aire descrita en el Sutra del Loto. El Gohonzon corporifica, al mismo tiempo, la Ley última que impregna toda vida y la vida de Nichiren Daishonin, quien está iluminado con respecto a ella.

Nuestra condición interior de vida cambia constantemente al entrar en contacto con diferentes estímulos externos, todo a nuestro alrededor -la gente, el clima, una pieza de música, el color de las paredes- crea alguna clase de influencia sobre nosotros. Una pintura puede causar en el que la mira un sentimiento de arrobamiento, calma o disgusto, y una carta puede causar alegría o consternación. Con objeto de extraer el máximo potencial de nuestra condición de vida, nuestra budeidad, necesitamos también un estímulo. Las grandes letras de Nam-myoho-renge-kyo en la columna central del Gohonzonilustran esa realidad. A la izquierda y a la derecha de Nam-myoho-renge-kyo, en letras más pequeñas, están diversas figuras que representan los Diez Estados en la vida del Buda. Nichiren señaló gráficamente que los Diez Estados iluminados por Nam-myoho-renge-kyo o Ley Mística están contenidos dentro del estado de Budeidad y viceversa.


     DAIMOKU. (Nam Mioho Rengue KYO)


Nam

Nam deriva de la palabra sánscrita namu, que significa “consagrar la vida o dedicar la propia vida”. Nichiren estableció la práctica de entonar Nam-myoho-renge-kyo como un medio de permitir que todas las personas armonizaran su vida con el ritmo de la Ley de la vida o Dharma. Namu, en su forma original en sánscrito, tiene una acepción que indica acción y actitud, y por ende, se refiere a la acción correcta que uno debe realizar y la actitud que debe adoptar para lograr la Budeidad en su existencia presente.

Myoho

Myoho significa literalmente “ley mística”, es decir, la verdad o principio que gobierna las funciones enigmáticas del universo y de nuestra vida, en cada instante. Myo indica la auténtica esencia de la vida, que es “invisible” y está más allá de la comprensión intelectual. Esa esencia se expresa siempre de una manera tangible (ho), que puede ser aprehendida por los sentidos. Los fenómenos (ho) son mutables, pero lo que impregna todos los fenómenos es la realidad constante e inmutable conocida como myo. Myo también significa abrir, revivir y estar perfectamente dotado con las cualidades que necesitamos para desarrollar nuestra vida.

Renge


Renge significa “flor de loto”. El loto florece y produce semillas al mismo tiempo, y representa la simultaneidad de la causa y del efecto. Las circunstancias y la calidad de nuestra vida individual están determinadas por las causas y los efectos, tanto buenos como malos, que acumulamos (mediante nuestros pensamientos, palabras y acciones) a cada momento. Eso se denomina “karma”. La ley de causa y efecto establece que cada uno es responsable de su propio destino. Creamos nuestro destino y tenemos el poder de cambiarlo. La causa positiva más poderosa que podemos generar es entonar Nam-myoho-renge-kyo; el efecto de la iluminación se crea simultáneamente en las profundidades de nuestra vida y se manifestará sin falta en su momento.
La flor del loto crece y florece en un estanque lodoso y, sin embargo, permanece pura y libre de corrupción; ello simboliza el surgimiento de la Budeidad dentro de la vida de una persona común, que lucha en medio de las circunstancias de la existencia diaria.

Kyo

Kyo quiere decir literalmente “sutra”, la voz o la enseñanza de un buda. En tal sentido, también significa sonido, ritmo o vibración. Desde un punto de vista más amplio, kyo transmite el concepto de que todas las cosas en el universo son manifestaciones de la Ley Mística.



     GONGYO. (Capítulos dos y dieciséis del Sutra del Loto. Medios hábiles).


La palabra japonesa gongyo significa literalmente “práctica asidua”. El gongyo consiste en la entonación del Nam-myoho-renge-kyo y la recitación de porciones del Sutra del loto (segundo capítulo y decimosexto capítulo), ante el Gohonzon cada mañana y tarde. La práctica regular del gongyo tiene como propósito la conexión con el ritmo de la vida.
Dentro del gongyo, la entonación del Nam-myoho-renge-kyo es una práctica básica, comparable a la relación del combustible y el motor, mientras que la recitación del sutra es la práctica complementaria, comparable al mantenimiento de un motor mediante la aplicación de un aceite. La efectividad del gongyo se maximiza cuando se combinan ambas prácticas. El tiempo de duración del gongyo reside en el libre albedrío, la preferencia y la necesidad de cada persona.


fuentes: Página oficial sgi.españa