martes, 15 de noviembre de 2016

PARA PENSAR

       FRASES PARA PENSAR
"Escoja un trabajo que ame y no tendrá que trabajar ni un solo día en su vida". (Confucio)
No hay decisiones sin importancia: "El simple aleteo de una mariposa puede provocar un huracán del otro lado del mundo"

"El que domina a los otros es fuerte; el que se domina a sí mismo es poderoso" Lao-tsé

"Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos" Confucio.
"El más elevado tipo de hombre, es el que obra antes de hablar y practica lo que profesa" Confucio.
"El sabio no enseña con palabras, sino con actos" Lao-tsé

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              DIÁLOGOS PARA PENSAR
  Maestro, en varias partes del mundo hay conatos de guerra o guerra declarada. Que sucede? Acaso tienen razón los profetas y estamos en los días finales?  Hijo, la humanidad desde que apareció  ha estado en sus días finales. Lo que sucede no es nada nuevo. Mira y aprende: se amenazan, se mataran, y los sobrevivientes juraran que es la ultima guerra, y organizaran foros y crearan burocracias y darán discursos de paz, mientras sus ayudantes preparan en silencio la próxima Guerra. El humano es un animal lúdico: le gusta jugar, y su juego favorito es la guerra
Maestro, ¿hasta qué punto debo tomar en cuenta los consejos y la opinión de los demás?    Hijo, los consejos siempre debes considerarlos, aunque sea para desecharlos, porque son la expresión de la experiencia ajena. En cuanto a las opiniones, nunca las consideres porque sólo expresan los intereses del que los da. A todo lo que venga de otro, declaraciones, opiniones, consejos, primero pásalos por el filtro de la razón y luego por el de tus propios intereses; en seguida, puedes usarlos o no
  Maestro, desde una perspectiva zen, al final ¿Quién soy yo?   Hij@, Es más fácil decirte quien no eres: no eres la imagen que tu tienes de ti mismo porque sólo ves tu ego. Tampoco eres lo que los demás ven y piensan de ti porque ellos te ven a través de los condicionamientos, especialmente los sociales. Tampoco eres lo que tienes porque eso ni siquiera te pertenece, lo tienes por prestado. Tampoco eres tus obras porque ellas tienen vida propia y son del mundo. En resumen, tu eres tu camino, y si quieres cumplir con tu destino ¡comienza a caminar!
  Maestro, quiero ser rico. Dame un consejo! Quieres ser rico? Abre tus ojos y mira y ve el bello color verde del prado que te rodean, abre tus oídos y escucha y oye el murmullo de la brisa en las hojas de los arboles, abre tus narices y huele el aroma a tierra mojada por el rocío matinal, abre tus manos y siente el frío del día que comienza… Pero haciendo todo eso apenas seré un poeta y nunca llegare a ser rico!!!!! Precisamente, si no lo haces, nunca lo serás; y si lo haces, habrás preparado tus sentidos para reconocer la riqueza en cualquier situación que te encuentres y aprenderás a guardarla para ti
 

sábado, 12 de noviembre de 2016

La prueba

Estaba el Buda meditando en la espesura junto a sus discípulos, cuando se acercó un detractor espiritual que lo detestaba y aprovechando el momento de mayor concentración del Buda, lo insultó lo escupió y le arrojó tierra.
 Buda salió del trance al instante y con una sonrisa plácida envolvió con compasión al agresor; sin embargo, los discípulos reaccionaron violentamente, atraparon al hombre y alzando palos y piedras, esperaron la orden del Buda para darle su merecido.
 Buda en un instante percibe la totalidad de la situación, y les ordena a los discípulos, que suelten al hombre y se dirige a este con suavidad y convicción diciéndole:
 -“Mire lo que usted generó en nosotros, nos expuso como un espejo muestra el verdadero rostro. Desde ahora le pido por favor que venga todos los días, a probar nuestra verdad o nuestra hipocresía. Usted vio que en un instante yo lo llené de amor, pero estos hombres que hace años me siguen por todos lados meditando y orando, demuestran no entender ni vivir el proceso de la unidad y quisieron responder con una agresión similar o mayor a la recibida.
 Regrese siempre que desee, usted es mi invitado de honor. Todo insulto suyo será bien recibido, como un estímulo para ver si vibramos alto, o es sólo un engaño de la mente esto de ver la unidad en todo”.
Cuando escucharon esto, tanto los discípulos como el hombre, se retiraron de la presencia del Buda rápidamente, llenos de culpa, cada uno percibiendo la lección de grandeza del maestro y tratando de escapar de su mirada y de la vergüenza interna.
 A la mañana siguiente, el agresor, se presentó ante Buda, se arrojó a sus pies y le dijo en forma muy sentida.
 No pude dormir en toda la noche, la culpa es muy grande, le suplico que me perdone y me acepte junto a Usted”
Buda con una sonrisa en el rostro, le dijo: “Usted es libre de quedarse con nosotros, ya mismo; pero no puedo perdonarlo”
El hombre muy compungido, le pidió que por favor lo hiciera, ya que él era el maestro de la compasión, a lo que el Buda respondió:
 -“Entiéndame, claramente, para que alguien perdone, debe haber un ego herido; solo el ego herido, la falsa creencia de que uno es la personalidad, ese es quien puede perdonar, después de haber odiado, o resentido, se pasa a un nivel de cierto avance, con una trampa incluida, que es la necesidad de sentirse espiritualmente superior, a aquel que en su bajeza mental nos hirió. Solo alguien que sigue viendo la dualidad, y se considera a sí mismo muy sabio, perdona, a aquel ignorante que le causó una herida”.
Y continuó: “No es mi caso, yo lo veo como un alma afín, no me siento superior, no siento que me hayas herido, solo tengo amor en mi corazón por usted, no puedo perdonarlo, solo lo amo. Quien ama, ya no necesita perdonar.”
El hombre no pudo disimular una cierta desilusión, ya que las palabras de Buda eran muy profundas para ser captadas por una mente llena todavía de turbulencia y necesidad, y ante esa mirada carente, el Buda añadió con comprensión infinita:
 -“Percibo lo que le pasa, vamos a resolverlo: Para perdonar, ya sabemos que necesitamos a alguien dispuesto a perdonar. Vamos a buscar a los discípulos, en su soberbia están todavía llenos de rencor, y les va a gustar mucho que usted les pida perdón. En su ignorancia se van a sentir magnánimos por perdonarlo, poderosos por darle su perdón, y usted también va a estar contento y tranquilo por recibirlo, va a sentir un reaseguro en su ego culposo, y así más o menos todos quedarán contentos y seguiremos meditando en el bosque, como si nada hubiera pasado”
 

Esto también pasará

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los
mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo
algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación
total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis
herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de
manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían
haber escrito
grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres
palabras que
le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron,
buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente
de su padre.
La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba
como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por
el anciano,
de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el
mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con
todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico.
Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba,
como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje -el anciano lo
escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero
no lo leas -le dijo- manténlo escondido en el anillo. Abrelo sólo
cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a
la situación-
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey
perdió el reino.
Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo
perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar
donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un
precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no
podía volver porque el enemigo le cerraba el
camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía
seguir hacia
delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí
encontró un
pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO
TAMBIEN PASARA".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él
un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse
perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero
lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los
caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico
desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló
el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y
reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en
la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se
sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la
gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en
una situación sin salida.
Escucha -dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para
situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras.
No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te
sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también
es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y
nuevamente
sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre
que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había
desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se
había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son
permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y
momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la
naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Frases budistas para pensar

Muchas personas preferimos referirnos al budismo más como una filosofía de vida que como una
religión, teniendo como referencia las frases de Buda, sus máximas o sus textos como modo de vida.
El budismo es una de las religiones más antiguas que aún se practica por unos 200 millones de
personas en todo el mundo. Lo que ha facilitado que esta filosofía o religión perdure a lo largo del
tiempo y siga ganando seguidores.
La razón por la que el budismo tiene tanto seguidores es la sencillez en como trasmiten mensajes
llenos de sabiduría que permiten mejorar nuestra calidad de vida

Frases de Buda
No creáis nada por el simple hecho de que muchos lo crean o finjan que lo creen; creedlo después de
someterlo al dictamen de la razón y a la voz de la conciencia.

Tres cosas no se pueden esconder: el sol, la luna y la verdad.

Si cada día coges un puñado de arena, formarás una montaña

El mundo exterior es únicamente una manifestación de la mente en si misma. la mente lo capta como
un mundo exterior simplemente por su costumbre de seleccionar y de razonar falsamente. El discípulo debe hacerse el habito de observar la verdadera esencia de las cosas

Tu peor enemigo no te puede dañar tanto como tus propios pensamientos. Ni tu padre, ni tu madre,
ni tu amigo más querido, te pueden ayudar tanto como tu propia mente disciplinada

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos
y está hecho de nuestros pensamientos

El hombre que tiene miedo, busca refugio en los montes, en los bosques sagrados o en los templos.
Sin embargo tales refugios no sirven, pues allí donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo
acompañarán

Más grande que la conquista en batalla de mil veces mil hombres es la conquista de uno mismo
Sabios son aquellos que dominan el cuerpo, la palabra y la mente. Ellos son los verdaderos Maestros

Disfruta vigilando, cuida tu propia mente, sácate a ti mismo del camino de la miseria, como se hace
con el elefante que se ha metido en el barro

La verdad en si misma solo puede ser alcanzada dentro de uno mediante la más profunda meditación y conciencia

Aferrarse a la ira es como agarrarse a un carbón caliente con la intención de tirárselo a alguien; tú eres el que te quemas.

-Mantener el cuerpo sano es un deber… de lo contrario no seremos capaces de mantener nuestra
mente clara y fuerte.

-En cualquier batalla pierden vencedores y vencidos.

¿Eres un ángel? No - respondió -¿Acaso un santo? No - respondió -¿Entonces qué eres? Respondió el
Buda - Estoy despierto -

jueves, 13 de octubre de 2016

PEQUEÑOS CUENTOS BUDISTAS PARA REFLEXIONAR

OBSÉRVATE
Cuatro estudiantes de Zen en una clase de meditación de 7 días. No debían tener conversión durante el período de meditación. En la primera noche, un alumno sintió el movimiento de tierra.
"Terremoto!", y los estudiantes reaccionaron con rapidez.
"No debemos decir una palabra," dijo otro estudiante.
"¿Por qué todos ustedes quieren hablar?"comentó el tercer estudiante.
"Sólo sé que yo no he dicho nada", dijo el último estudiante y sonrió.
~ Es difícil vernos a nosotros mismos. Por lo tanto, es más fácil ver el error de los demás

SOLTAR
Un monje viejo y un monje joven vieron a una mujer hermosa en un traje costoso preguntarle cómo cruzar el río de la carretera. El monje viejo pidió permiso a la señora para cruzarla al otro lado del río. Los dos monjes continuaron su viaje por horas.
"Somos Monjes, no debéríamos acercarnos a la mujer. ¿Por qué hiciste eso?" el joven monje lo cuestionó"¡Oh, eso la chica. Ya la he soltado hace horas al otro lado del rio, ¿Por qué todavía la sigues cargando?"
 El viejo monje respondió:
- Con el fin de mantener la mente calmada, enfocada y clara, entonces tenemos que renunciar a las pasiones anteriores.

CIELO E INFIERNO
Un belicoso samurai desafió a un anciano maestro zen a que le explicase qué era el infierno, pero el monje le replicó con cierto desprecio.
- No eres más que un patán y no puedo malgastar mi tiempo contigo.
 Al escuchar la respuesta, el samurai, herido en su honor, montó en cólera y con el rostro rojo de ira desenvainó su espada mientras gritaba al anciano.
 - Tu impertinencia te costará la vida.
- Eso. Eso mismo es el infierno —replicó entonces el maestro.
El samurai se quedó paralizado con la respuesta y la tranquilidad del anciano y al notar en él su rabia y todo su cuerpo turbado por la ira, se quedó conmovido por la exactitud de las palabras del monje y, como le había hecho ver cómo era el infierno, se postró ante el agradecido.
 Entonces, el anciano le dijo.
- ¡Y éso, éso es el cielo!.

TODOS SOMOS BUDISTAS
 Maestro, ¿por qué eres budista? ¿No es acaso una manera de elegir, de discriminar?   Hijo, no te equivoques. Soy budista porque todos los seres humanos son budistas. Si revisas las enseñanzas de todas las religiones, sean cristianas o no, o de las tendencias científicas, desde la PNL hasta la meditación mindfulness, o los principios de los grupos, desde la masonería hasta los simplemente espirituales de barrio, todos, absolutamente todos, las han sacado o copiado de los sutras del Budha Sakyamuni. El Budha vivió hace 2.500 años, y los demás son posteriores; por lo tanto, no es cosa de elegir ser budista, es cosa de irse a la fuente y saltarse las interpretaciones y los intermediarios. (24 abril 2013).

LO QUE ES DENTRO ES FUERA
   Maestro, alguien habló mal de mi.. ¿es mi enemigo?   Hijo, No es tu amigo ni enemigo los que hacen cosas o emiten juicios en contra o a favor tuyo; eres tu mismo el que los genera. La semilla de la realidad la tenemos todos dentro de nosotros, y también el abono: se llama comportamiento. Si alguien habla bien de ti, debes aceptarlo como resultante de tus acciones, no de sus iniciativas. Si habla mal, piensa que eres tu quien tiene un problema y has provocado ese juicio, y debes buscarlo y solucionarlo. Nunca olvides que lo que es adentro es afuera. Tu mente es la caldera donde se arma la sopa de tu realidad. Dedica tus esfuerzos a ser buen cocinero. (29 enero 2013.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Los beneficios de la práctica budista



Eric Fromm hace una alusión al budismo como una doctrina filosófico-antropológica que propone unas normas de vida basadas en el análisis de datos observables sobre la existencia humana, que pretende producir una claridad e intensidad de conciencia cada vez mayores y presentar un cuadro de la realidad cada vez más purificado lo que lleva a una relación más natural, estrecha y amistosa con la subconsciencia reduciéndose la ingobernabilidad e impresibilidad de las emociones. Las posibilidades que se abren cuando uno despierta a su verdadera naturaleza son múltiples:
•Desde esta nueva dimensión de espectador de nuestra vida se experimenta el dolor pero no el sufrimiento.
•Hay un desapego emocional que permite experimentar la emoción pero sin quedar atrapado en ella.
•Cambia la percepción de la realidad.
•Se ve la profunda interconexión de todo.
•Sólo existe un presente continuo.
•Existe libertad de elección porque uno ha trascencido sus hábitos, sus reacciones automáticas, sus automatismos,sus patrones habituales de respuesta.
•Se tiene la claridad para comprender el sufrimiento que acarrea vivir atrapado en el plano de la identidad con lo que se desarrolla una profunda compasión por el sufrimiento de los demás, una comprensión del origen de su conducta y una capacidad de perdón inalcanzable en el plano de la identidad.
•Se experimenta el amor incondicional porque se percibe la belleza en los otros, aunque se comprende que en el plano de la identidad esta belleza se encuentra bajo capas de fealdad.
•Hay un nivel extraordinario de inteligencia, claridad y sabiduría inaccesible e incomprensible antes.
Nuestro estado de vida condiciona la forma en que percibimos el mundo. Nos demos cuenta o no,ese estado determina en gran medida nuestras acciones, pensamientos, relaciones, emociones, caminos en la vida... y el estado de vida a su vez está condicionado por el corazón.
 El estado de vida fluctúa a lo largo del día o de unos segundos, pudiendo pasar rápidamente de uno a otro sin percibirlo. Los seis estados inferiores están a merced de nuestro entorno, condicionados a aparecer y desaparecer por la influencia de las causas externas. Los cuatro superiores ya no dependen de éstas.
 Los tres inferiores están dominados por el odio, la estupidez y la codicia. Se caracterizan por una fuerza vital débil en que el mundo circundante se percibe con desdicha. La moral y la ética es confusa, nunca se siente satisfacción y se vive bajo la esclavitud de los deseos incluso esclavizados por ellos.  Son estados que autodestructivos que provocan malestar en uno mismo y en los demás.
 La ira es el siguiente. Se caracteriza por la perversidad, la arrogancia y la agresividad. En este estado las personas reafirman su autoimagen de personas benevolentes y virtuosas e intentan convencer a los otros igual que ya lo han hecho consigo mismos. Cuando en este estado se aprende a canalizar la energía de superar a los demás por la de superarse a si mismo se entra en el siguiente estado que sería el de Humanidad. En éste el intelecto es la condición clave pues somos conscientes de que la humanidad resulta del esfuerzo de controlar nuestros deseos e impulsos para actuar en armonía con los demás y el medio ambiente. Le sigue el Estado de Éxtasis en que se vive a merced de las alegrías y las desgracias, este estado aún sigue surgiendo y activándose mediante la satisfacción o la frustración de los impulsos y los deseos gobernado por las circunstancias externas.
 Cuando reconocemos que todo lo que se experimenta es transitorio empezamos a buscar una verdad duradera y únicamente entonces entramos en los Estados de Aprendizaje  y Comprensión intuitiva.
En el Estado de Aprendizaje se toma conciencia de la transitoriedad de las cosas y de la inestabilidad. Nos dedicamos a la reforma y desarrollo personal aprendiendo de las ideas, conocimientos y experiencias de otras personas. En el Estado de Comprensión intuitiva ya no se busca la verdad mediante la enseñanza de otros sino a través de la percepción directa. Toman conciencia de las causas y llegan a la comprensión de forma autónoma. En estos dos estados no se está condicionado por el entorno.
 Por último , en los dos estados superiores se aspira a que las demás personas también alcancen la misma comprensión. El  estado superior es un estado de amor compasivo, pureza, libertad y sabiduría, desde él podemos reconocer que los otros nueve estados también están en nosotros y transformar esa energía en pos de actividades altruistas y valiosas.

 Fuentes: Eric Fromm y ¨ Dëvelando los misterios del nacimiento y la muerte¨ (Daisaku Ikeda)

domingo, 9 de octubre de 2016

A tí, ¿qué puede aportarte el Budismo?

Cada persona se acerca al budismo por motivos muy diferentes. En mi caso yo buscaba una doctrina que diera una explicación para entender el mundo que nos rodea y las personas que lo habitan y que lo hiciera de la forma más sencilla posible pues ya es bastante compleja la vida y las relaciones entre las personas. Y entonces apareció el budismo. Y yo creo que cada cosa aparece cuando debe aparecer y no sin antes haber vivido las experiencias necesarias para saber apreciar nuestro encuentro.
El Budismo es una doctrina que une conocimientos de psicología y antropología basados en datos observables de la existencia humana cuyo conocimiento y puesta en práctica nos lleva a una serie de beneficios:
-Experimentar dolor, pero no sufrimiento gracias a aprender a experimentar la emoción pero no quedarse apegado a ella. Dejar pasar. Observar evitando juicios.
-Cambiar la percepción de la realidad. Conocemos la interconexión que existe entre todo y la existencia de una causa y efecto por la que se rige todo. Todo tiene una explicación.
Solo existe un presente continuo. Eres el responsable de tu vida, tus causas crean efectos en tu vida y en las de los demás igual que las causas de los demás crean efecto en tu vida y en las suyas.
- La importancia de desarrollar un criterio propio sobre todo sin desestimar las distintas percepciones de los demás pero sin dejarse arrastrar.
-Conocer la existencia de la libertad de elección y asumir la responsabilidad de la libertad de elección. Y para hacer uso de ella debemos conocer las tendencias que tenemos o dicho de otra forma nuestros patrones de respuesta habituales y conocer también que los otros también se rigen por sus propias tendencias y patrones.
- Saber que nuestro estado de vida condiciona la forma en que percibimos el mundo. Nos demos cuenta o no, ese estado determina en gran medida nuestras acciones, pensamientos, relaciones, emociones, caminos en la vida... y  también condiciona nuestro alrededor tanto el medio ambiente como a las personas con las que nos encontramos y el estado de vida fluctúa a lo largo del día o de unos segundos, pudiendo pasar rápidamente de uno a otro sin percibirlo.

Nuestro cambio es decisivo para el cambio de nuestro alrededor y debemos aceptar que únicamente podemos cambiarnos a nosotros mismos, pero automáticamente eso generará un cambio en los demás. A veces nos pasamos la vida queriendo cambiar a los otros para no aceptar la responsabilidad de cambiar lo que falla en nuestro interior porque hay que desarrollar una gran valentía para observarse con objetividad.


 Y recuerda:

En última instancia, no son las dificultades las que nos derrotan, sino nuestra propia debilidad. "Cada actividad vital sucede como resultado de algún estímulo exterior. Al mismo tiempo, la verdadera causa es la causa inherente dentro del ser humano".

miércoles, 3 de agosto de 2016

Los Diez Estados. Observar la vida

Buda dijo una vez: " Duda de todo. Encuentra tu propia luz". Con esta frase nos insta a consolidar un criterio propio sobre todas las cosas. El es el maestro pero el camino es nuestro y a cada paso debemos ir descubriendo por nosotros mismos lo que él en su momento halló.

Una de las doctrinas más importantes del budismo es la de los  " Tres mil aspectos contenidos en cada instante". Hoy explicaremos los diez mundos.

Nuestra condición de vida está sujeta a cambiar a cada instante aunque siempre hay una o varias tendencias alrededor de las cuales gira nuestra actividad, y a las cuales tendemos a regresar, de ahí el nombre de "tendencias". Todos los individuos poseen el potencial de elevar su tendencia básica a través de la práctica y el autoconocimiento. Nuestras percepciones y valores cambian dependiendo del Estado hacia el que tendamos o en el que nos encontramos en cada momento. Al elevar nuestro estado de vida también cambiamos nuestras percepciones y con ello también varia nuestra forma de pensar y actuar en determinadas situaciones, nuestra respuesta y la de nuestro medio ambiente. Es La Ley de Causa y Efecto.
Nuestro estado de vida condiciona la forma en que ercibimos el mundo. Nos demos cuenta o no,ese estado determina en gran medida nuestras acciones, pensamientos, relaciones, emociones, caminos en la vida... y el estado de vida a su vez está condicionado por el corazón.

El estado de vida fluctúa a lo largo del día o de unos segundos, pudiendo pasar rápidamente de uno a otro sin percibirlo. Los seis estados inferiores están a merced de nuestro entorno, condicionados a aparecer y desaparecer por la influencia de las causas externas. Los cuatro superiores ya no dependen de éstas.

Los tres inferiores están dominados por el odio, la estupidez y la codicia. Se caracterizan por una fuerza vital débil en que el mundo circundante se percibe con desdicha. La moral y la ética es confusa, nunca se siente satisfacción y se vive bajo la esclavitud de los deseos incluso esclavizados por ellos.  Son estados que autodestructivos que provocan malestar en uno mismo y en los demás.

La ira es el siguiente. Se caracteriza por la perversidad, la arrogancia y la agresividad. En este estado las personas reafirman su autoimagen de personas benevolentes y virtuosas e intentan convencer a los otros igual que ya lo han hecho consigo mismos. Cuando en este estado se aprende a canalizar la energía de superar a los demás por la de superarse a si mismo se entra en el siguiente estado que sería el de Humanidad. En éste el intelecto es la condición clave pues somos conscientes de que la humanidad resulta del esfuerzo de controlar nuestros deseos e impulsos para actuar en armonía con los demás y el medio ambiente. Le sigue el Estado de Éxtasis en que se vive a merced de las alegrías y las desgracias, este estado aún sigue surgiendo y activándose mediante la satisfacción o la frustración de los impulsos y los deseos gobernado por las circunstancias externas.
Cuando reconocemos que todo lo que se experimenta es transitorio empezamos a buscar una verdad duradera y únicamente entonces entramos en los Estados de Aprendizaje  y Comprensión intuitiva.

En el Estado de Aprendizaje se toma conciencia de la transitoriedad de las cosas y de la inestabilidad. Nos dedicamos a la reforma y desarrollo personal aprendiendo de las ideas, conocimientos y experiencias de otras personas. En el Estado de Comprensión intuitiva ya no se busca la verdad mediante la enseñanza de otros sino a través de la percepción directa. Toman conciencia de las causas y llegan a la comprensión de forma autónoma. En estos dos estados no se está condicionado por el entorno.
Por último , en los dos estados superiores se aspira a que las demás personas también alcancen la misma comprensión. El  estado superior es un estado de amor compasivo, pureza, libertad y sabiduría, desde él podemos reconocer que los otros nueve estados también están en nosotros y transformar esa energía en pos de actividades altruistas y valiosas.

Fuentes: "Develando los misterios del nacimiento y la muerte" (Daisaku Ikeda)

 

viernes, 15 de julio de 2016

Todas las personas tienen el poder de cambiar

El Budismo explica que no existe una tierra pura y una impura. La diferencia está en nuestro interior. Es el principio de inseparabilidad de la vida y el ambiente en el que vivimos. Nuestra percepción marca la diferencia. En igualdad de condiciones una persona puede sentirse dichosa y otra muy desgraciada, únicamente depende del estado vital o condición de vida interior que haya desarrollado y sepa mantener.
Culpar a agentes externos de nuestra felicidad, de nuestra suerte o desgracia es evitar la responsabilidad de nuestra vida y nuestros actos, ignorando la consecuencia de los mismos y la ley de causa y efecto por la que se rige el universo. Es ignorar que dentro del caos aparente siempre existe un orden y por consiguiente una causalidad de la que debemos responsabilizarnos puesto que somos lo que creamos y la verdadera causa está en nuestro interior, surge a merced de nuestras tendencias cuando nos dejamos arrastrar por ellas respondiendo a estímulos exteriores.
Un conocimiento profundo de nuestras tendencias es el primer paso para reconocerlas cuando surgen.
Los cambios exteriores sólo producen resultados temporales. Es como ir poniendo "parches". Únicamente el cambio interior profundo modificará el exterior de forma permanente o dicho de otra forma, provocará cambios significativos. Nuestras tendencias marcan nuestra vida, nuestra forma de actuar y el medio ambiente .Una tendencia es una predisposición del ánimo que está muy arraigada en nuestra forma de ser y forma parte de lo que llamaríamos "personalidad", subyaciendo en mayor o menor medida agazapada en nuestro inconsciente hasta que un estímulo externo o interno la hace brotar y descubrirse, ser visible o manifestarse de forma consciente.

El budismo nos muestra el camino para aprender a reconocer nuestras tendencias, aquellos retazos de nuestra digamos "personalidad" por los que divaga la mente humana en cada instante y a identificar cada una de estas emociones cuando aparece, reconociendo cuál de ellas predomina en cada momento, de que manera fluctúan y cuál de ellas prevalece por más tiempo o con mayor intensidad, tanto en nosotros como en los demás.

Identificar y controlar nuestras tendencias es primordial para ejercer la verdadera libertad sobre las decisiones que tomamos en nuestra vida a cada momento.
Es muy importante pensar cuál es el objetivo, la finalidad de todos nuestros actos y procurar que sea el más elevado, así como ser conscientes de desde que estado o condición vital estamos tomando nuestras decisiones para tratar que sea también desde el más elevado.

" Si cambia el corazón cambia la acción.
Si cambia la acción cambia el medio ambiente.
Si cambia el medio ambiente cambia la personalidad.
Si cambia la personalidad cambia la vida cotidiana.
Si hay rectitud habrá belleza en el corazón.
Si hay belleza en el corazón habrá armonía en el hogar.
Si hay armonía en el hogar habrá orden en la nación.
Si hay orden en la nación habrá paz en el mundo".

Depende de mí.
( Daisaku Ikeda)

lunes, 21 de marzo de 2016

Cambiar el mundo empieza por uno mismo

 " Para cambiar el mundo, cambiemos al hombre.
Para cambiar al hombre, hagamos que este quiera cambiar.
Para que este quiera cambiar, cambiemos el mundo.
Hagámoslo"(Esther Gress).

El cambio de un individuo provoca cambios en su alrededor y a su vez estos cambios provocarán que otros también cambien. porque el cambio empieza por uno mismo y por la manera de entender la vida y para entenderla necesitamos el sustento de una filosofía (" philos "y " sophia" o amor por el saber).

La ira, la codicia y la ignorancia son la antítesis de la felicidad y sin embargo, durante los ochenta y cuatro mil pensamientos diarios que podemos observar en nuestra mente estamos actuando bajo su influjo. Aprender a identificarlas es el primer paso el autoconocimento y tras él, identificarlas también cuando surgen en los demás, porque continuando sin reconocerlas y dejar que actuén en nuestro nombre es potenciar un mundo de hostilidad.

Nuestra vida fluctúa continuamente desde los estados más bajos de sufrimiento, insatisfacción, superioridad, desdén a los intermedios de serenidad pasando por los de éxtasis al conseguir los logros hasta los superiores de comprensión de la realidad  y la responsabilidad de crear un mundo mejor.

No será quizás el mundo que queremos en este momento, pero aceptar nuestra responsabilidad en el hecho de crear algo mejor será el inicio hacia un cambio positivo. Reconocer en que estado estamos, incluso nuestra tendencia a permanecer en ese estado es imprescindible para ser conscientes tanto de nuestras fluctuaciones como del poder de cambiarlo en un instante, dejando pasar y no permaneciendo en una emoción y ver como igual que cambiamos el nuestro podemos cambiar el del otro .

No es fácil entender el mundo, no lo es entender los mecanismos internos del pensamiento humano, únicamente viendo la conducta es difícil indagar en las causas que la provocan , ésta es el reflejo pero verdadera causa es interna y en conductas hirientes suele ser un sufrimiento que amenudo ni siquiera uno mismo puede identificar.
En la Constitución de la UNESCO podemos leer la siguiente cita:

"Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres es en la mente de los hombres dónde deben erigirse los baluartes de la paz".

Así mismo T'ient-t'ai constata:

"Cuando la furia cobra intensidad se producen enfrentamientos armados.
Cuando la codicia cobra intensidad surge el hambre.
cuando la estupidez cobra intensidad estallan pestes.
Y cuando estallan los tres deseos mundanos se tornan más potentes y numerosas las ideas equivocadas y proliferan cada vez más".
 
La palabra Avidya  significa ‘ignorancia , se usa mucho en textos de budismo y suele representarse por una anciana que camina a tientas, perdida, como a ciegas.La función de la Avidya es suprimir la naturaleza real de las cosas y presentar algo distinto en su lugar. La ignorancia es el peor de los males de la sociedad. De ella surgen la mayoría de los malentendidos diarios que encontramos en nuestras relaciones sociales y entorno producto de la desconfianza muchas veces.  El propósito del budismo es ver el mundo  desde el verdadero origen de todos los fenómenos sin dejarnos engañar por la mente ni obnubilar por las emociones con sabiduría y compasión.

 " Para cambiar el mundo, cambiemos al hombre.
Para cambiar al hombre, hagamos que este quiera cambiar.
Para que este quiera cambiar, cambiemos el mundo.
Hagámoslo"(Esther Gress).


 
"Si cambia el corazón, cambia la acción;
si cambia la acción, cambia el medio ambiente,
si cambia el medio ambiente, cambia la personalidad
si cambia la personalidad, cambia la vida cotidiana.
Si hay rectitud, habrá belleza en el corazón;
Si hay belleza en el corazón, habrá armonia de hogar;
Si hay armonia de hogar, habrá orden en la nación,
Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo;
Depende de mí" (Daisaku Ikeda)




 

domingo, 13 de marzo de 2016

Sabiduría

La sabiduría es una capacidad que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia, obteniendo conclusiones que nos dan un mayor entendimiento, que a su vez nos capacitan para reflexionar, sacando conclusiones que nos dan discernimiento de la verdad, lo bueno y lo malo. La sabiduría y la moral se interrelacionan dando como resultado un individuo que actúa con buen juicio. Algunas veces se toma sabiduría como una forma especialmente bien desarrollada de sentido común.
En este sentido, la definición que daba Platón sobre la sabiduría, es plenamente vigente hoy. La sabiduría se caracteriza por la búsqueda de la verdad que hay dentro de todas las cosas. Literalmente, Platón la definió así:

"Quien realmente ama aprender está dotado por naturaleza para luchar para encontrar el ser. No se detiene en cada una de las muchas cosas que se opina que son, sino que avanza y no flaquea ni abandona su intenso deseo hasta que alcanza la naturaleza de cada cosa. Y lo hace con la parte del alma a la que corresponde alcanzarla, con la cual se aproxima y se mezcla con el verdadero ser, engendrando inteligencia y verdad. Así adquiere el conocimiento y vive y se nutre verdaderamente, cesando entonces y no antes, sus dolores de parto.”
Daisaku Ikeda dice: "Cuando desplegamos sabiduría en nuestras vidas, somos capaces de superar tendencias arraigadas, comprender cada situación con una perspectiva más amplia evaluando los hechos desde su esencia y dirigir nuestras vidas hacia la felicidad." (Disertaciones de Daisaku Ikeda)
 En su lecho de muerte, el Buda dijo a sus monjes que si tenían alguna duda o preguntas sin respuesta, tendrían que apoyarse en sus enseñanzas. Estas serían ahora sus maestros. De esta manera el Buda indicó que cada persona tiene que obtener sus propias respuestas de las enseñanzas, no hay autoridad absoluta que las proporcione todas.


En el capítulo dos del Sutra del loto Shakyamuni expresa: "Shariputra, para decirlo en pocas palabras: el Buda ha obtenido plenamente la Ley que es ilimitada e infinita, y que nunca antes se había podido establecer.
La verdadera entidad de todos los fenómenos sólo puede ser comprendida y compartida entre budas. Esta realidad consiste en la apariencia, la naturaleza, la entidad, la fuerza, la influencia, la causa interna, la relación o causa externa, el efecto latente, el efecto manifiesto y su coherencia de principio a fin." (Segundo Capítulo del Sutra del Loto)
En otras palabras: "Quién discierne La Ley de la vida que subyace bajo el caos aparente identifica la fuerza que activa y sustenta todos los fenómenos desde lo profundo". ( Revista Civilización Global/ sgi.españa).

lunes, 7 de marzo de 2016

Valentía y Coraje

Según palabras de Daisaku Ikeda la valentía y el coraje son la clave para resolver tanto los problemas globales como los asuntos triviales de nuestra vida, porque hace falta coraje para defender la justicia  y acercarse a las demás personas para entablar un diálogo constructivo.
 ¿ Y que significa tener coraje? El auténtico coraje significa emprender acciones sensatas, justas y beneficiosas para todos. Es aquel que mostramos cuando vivimos con honestidad y tesón. Es la cualidad de la que hacemos acopio en el momento en que decidimos dar el primer paso en cualquier aspecto de nuestra vida.
Una persona feliz es aquella que no se deja derrotar en ninguna circunstancia, por eso debemos triunfar sobre nosotros mismos y sobre nuestras debilidades, de otro modo no podremos abrir el camino hacia la auténtica felicidad. El éxito favorece a los valientes porque son los que se determinan a dar el primer paso, y para ello, se necesita coraje.

Quienes dicen. "Lo haré", y están dispuestos a aceptar el desafío, aunque se encuentren solos, son los auténticos ganadores. La determinación y el compromiso de actuar por uno mismo, constituyen la fuerza que lleva a la victoria. Como enseña el budismo en el principio de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital, nuestra mente o actitud pueden cambiar cualquier cosa.

" El propósito de los esfuerzos que hacemos en SGI por desarrollar a las personas es permitirles descubrir y emplear su potencial interior, que es único e irrepetible. El camino hacia la paz mundial a través de esta práctica avanza en la medida que armonizamos la individualidad de cada persona con la unión de distintas personas con un mismo propósito".

Fuentes: Disertaciones de Daisaku Ikeda.

martes, 23 de febrero de 2016

Percepciones, estados y tendencias desde la visión del budismo

Practicar el Budismo  significa abrir los ojos a una filosofía ancestral, absolutamente racional y correcta cuyas bases sustenten la vida y cuyo conocimiento nos proporcione el control de los sutiles engaños de la mente ( marcados por el karma, que se hallan en la conciencia) y los engaños del corazón (voluble y dominado por las pasiones), convirtiéndonos en maestros de ambos, siendo capaces de llevar a cabo acciones contrarias a nuestras tendencias habituales, libres de ego y sabiduría superficiales para envolverse en la profunda sabiduría del Sutra del Loto.

La perspectiva desde la cual observamos los sucesos a menudo está condicionada por las tendencias que hemos desarrollado a la hora de resolver conflictos, cuya acción está a su vez condicionada por los registros en las conexiones cerebrales que participan en la toma de decisiones a partir de la experiencia, una forma de pensamiento que se desarrolla a partir de una tendencia aprendida y basada en el resultado de experiencias previas que han quedado registradas en nuestro cerebro y a las que recurrimos inconscientemente en la mayoría de las ocasiones.
Si logramos transcender estos registros podemos ver cada situación como nueva sin valoraciones desde una perspectiva objetiva.
En el Budismo sería transcender de la Octava Conciencia y llegar a la Conciencia Amala o Novena Conciencia desde donde la perspectiva desde la cual observamos el mundo no está condicionada por las tendencias kármicas y la visión se torna clara, limpia y objetiva.
Desde la psicología cognitiva esto sería olvidarse de "la caja negra" en que llevamos un registro que condiciona nuestro pensamiento y que tiene gran influencia en la toma de decisiones con tendencias claras, para desde la más pura objetividad sin condicionar ver el mundo con los ojos del Buda siendo Maestro de la Mente  y Maestro del Corazón, porque la mente es engañosa y el corazón es voluble. La mente puede engañarnos con percepciones distorsionadas que afectan al juicio de los acontecimientos y la emoción obnubilar la razón. De ahí la importancia del pensamiento y de que éste sea correcto.

Existen beneficios visibles y beneficios invisibles. Es a partir de estos beneficios invisibles que se crea el beneficio visible. No se trata de nada mágico sino un esfuerzo en el que a través de la Práctica y del Daimoku principalmente surgen una serie de cambios en nosotros que optimizan nuestros mejores resultados en las decisiones y actuaciones que podamos emprender, aún partiendo de las peores circunstancias.

El mayor beneficio del Daimoku es la purificación de los seis sentidos: vista, oído, olfato, gusto, tacto y la mente que procesa toda la información que nos llega del exterior.
Al lograr la purificación de los seis sentidos nuestra percepción del mundo se vuelve más objetiva y se desvincula de los procesos mentales que la distorsionan y la alejan de la realidad objetiva de forma inconsciente, los sesgos.

Todo ello nos permite ver con mayor claridad, objetividad y sabiduría lo que ocurre en nuestras vidas y alrededor de ellas y nos ofrece el potencial para actuar de la manera más adecuada en cada situación desde una percepción global y objetiva descartando la ilusión que se alimenta de percepciones equivocadas y procesos mentales distorsionados por los sesgos, el karma y las tendencias.

jueves, 4 de febrero de 2016

La voz del Buda

Nichiren Daishonin, en una carta escrita en septiembre de 1272 y dirigida a Shinjo Kingo, seguidor destacado del mismo, recalca, utilizando las palabras del Sutra del Loto y la Voz del Buda como ejemplo, el poder de una voz, el poder de las palabras, el poder de nuestras propias voces cuando invocamos gongyo y cuando enseñamos a otros acerca de esta práctica.
Nichiren dice: " Es a través del uso de las letras y las palabras que el Buda salva a los seres humanos". Y explica el porque de entre los treinta y dos rasgos distintivos del Buda la voz, pura y potente, es el más importante pues expresa el corazón y la intención del Buda, y esta voz, pura y potente, se ha conservado en las palabras escritas del Sutra del Loto, por lo tanto, el Sutra en sí es la voz del Buda hecha texto. " Es como el ejemplo de las semillas que germinan, se convierten en plantas y dan arroz. Aunque la forma del arroz cambia, su esencia es una sola", explica el Daishonin.

Así pues la voz del Buda ha tomado la forma de las escrituras budistas dirigidas hacia el propósito de guiar a todas las personas a la iluminación, y las palabras del Sutra del Loto son el registro escrito de la intención del Buda. Por lo tanto, cuando hacemos gongyo, mañana y tarde, hacemos eco de las palabras del Buda recitando los dos capítulos más importantes del Sutra del Loto.

El " Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría" describe entre las características especiales de la voz del Buda que es tranquilizadora, imparte valor y esperanza y es capaz de inspirar a la gente. Y Nichiren Daishonin añade que de entre los treinta y dos rasgos que caracterizan al Buda, el único que no es visible es la voz pero es el más importante porque expresa el corazón y la mente.

Nichiren postuló que el estado de Budeidad consiste en la fusión de la sabiduría subjetiva con la realidad objetiva, es decir, la comprensión total de las realidades de este mundo. La iluminación consiste en el desafío constante y diario y la renovación de la determinación de desarrollarse y de influenciar positivamente la vida de quienes nos rodean.
 La SGI alienta a sus miembros a observar  la verdadera naturaleza de cada pensamiento, palabra y acción, y extraer sabiduría para tomar por sí mismos la elección correcta en cada faceta de sus vidas.

Daisaku Ikeda nos explica en una disertación acerca del Sutra del Loto: Todas las filosofías, con excepción del Sutra del loto, no son más que fragmentos, partes de la gran ley de la vida. Si nos basamos en fragmentos, aunque contengan verdades parciales, no podremos experimentar una revitalización total e integral en todos los aspectos de nuestra vida. En verdad, las filosofías que exponen sólo verdades parciales terminan distorsionando nuestra existencia. El Sutra del loto, por otro lado, enseña la única Ley fundamental que unifica todas las enseñanzas fragmentadas y les da la perspectiva correcta. Y permite que cada persona brille y cumpla su función dentro de una totalidad. Esta es la "sabiduría del Sutra del loto".

jueves, 7 de enero de 2016

La Ley de Causa y Efecto - Mecanismo


El budismo sostiene que causa y efecto son, en esencia, simultáneos. En el instante en que creamos una causa, ya está contenido el efecto, como si fuera una semilla plantada en la profundidad de nuestras vidas. Pero si bien este efecto es plantado en el mismo instante en que la causa es creada, puede que no aparezca instantáneamente. El efecto sólo se manifiesta cuando aparecen las circunstancias adecuadas.

El budismo, además, subdivide el concepto de causa y efecto en causas internas, causas externas, efectos latentes y efectos manifiestos. Al respecto ha dicho Daisaku Ikeda:

"Cada actividad vital sucede como resultado de algún estímulo exterior. Al mismo tiempo, la verdadera causa es la causa inherente dentro del ser humano".
"La lúcida mirada del budismo discierne la Ley de la vida que subyace al caos aparente, y la identifica como la fuerza que sustenta y activa todos los fenómenos desde lo profundo".

La causa interna sería la causa latente que produce un efecto de su misma cualidad, bueno, malo o neutral. La causa externa sería la causa auxiliar que desencadena al relacionarse con la interna un efecto. Por ejemplo alguien golpeado sin razón aparente montará en cólera. El hecho de ser golpeado sería la causa externa y la interna sería la tendencia de esa persona a enfurecerse con facilidad. El efecto latente se refiere al efecto producido cuando se activa una causa interna mediante su relación con la causa externa que la provoca. La ira que brota de la persona al ser golpeada sería el efecto latente. El efecto manifiesto se refiere al resultado perceptible y visible que surge, oportunamente, como expresión de un efecto latente.
Teniendo en cuenta todo el mecanismo de causas y efectos podríamos decir que el resultado depende de la causa interna que hay en lo profundo y cuando logramos cambiar ésta, que subyace en el interior automáticamente se refleja en el exterior.

En palabras de Daisaku Ikeda, y en relación con la causa interna que en estos momentos hace que en distintas partes del mundo existan diversidad de conflictos:

"Tal vez resulte tentador convencerse  de que son los estados o las alianzas entre los países los responsables de iniciar una guerra. En realidad ésta se origina en el corazón de cada individuo. El budismo enseña que la guerra es fruto de la ira y el egoísmo. Para erradicar la constante amenaza de conflictos bélicos, es necesario conquistar y doblegar la naturaleza egoísta que acecha en el interior de cada ser humano. ¿Qué es lo que impide que el poder del bien tenga un mayor impacto? ¿Qué es lo que obstruye el proceso hacia la paz? La desconfianza. Con frecuencia ésta tiene sus raíces en rivalidades y conflictos pasados. Es necesario derribar el muro de la desconfianza y esforzarse en descubrir la bondad que brilla en cada ser humano, pues, de otro modo será imposible todo avance hacia la paz".