sábado, 7 de diciembre de 2013

Los deseos mundanos llevan a la iluminación

En la mayoría de doctrinas enraizadas en el budismo se intenta arduamente eliminar los deseos, considerados la raíz del sufrimiento. Si bien es así y cada deseo trae consigo un sufrimiento consciente o inconsciente, por su obtención, los budistas de Sokka Gakkai oramos por nuestros deseos de tal forma que nuestra oración se convierte en el medio hábil mediante el cual y a través de la concentración y la práctica asidua, llegamos a una introspección cuyos resultados pueden ser sorprendentes. Durante la práctica, el rumbo de las pregarias está en constante cambio, fusionándose con el ritmo universal, y lo que en un momento dado era el motor de empuje para la oración pierde su importancia, relegándose en pos de algo mucho mayor, desvelando el origen del deseo. De repente cambia el significado adquiriendo la adecuada importancia, mostrando el sentido auténtico de la necesidad que lo ha impulsado. El resultado es llegar a la profundidad de las causas que originaron el deseo para sanar a nivel mucho más profundo y llegar al origen, la causa que lo originó percibiéndolo en su justa medida, con la importancia adecuada y su valor real, logrando encontrarnos a nosotros mismos y ver el mundo desde la perspectiva correcta ahuyentando la ilusión, con los ojos de "la iluminación".

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