jueves, 4 de febrero de 2016

La voz del Buda

Nichiren Daishonin, en una carta escrita en septiembre de 1272 y dirigida a Shinjo Kingo, seguidor destacado del mismo, recalca, utilizando las palabras del Sutra del Loto y la Voz del Buda como ejemplo, el poder de una voz, el poder de las palabras, el poder de nuestras propias voces cuando invocamos gongyo y cuando enseñamos a otros acerca de esta práctica.
Nichiren dice: " Es a través del uso de las letras y las palabras que el Buda salva a los seres humanos". Y explica el porque de entre los treinta y dos rasgos distintivos del Buda la voz, pura y potente, es el más importante pues expresa el corazón y la intención del Buda, y esta voz, pura y potente, se ha conservado en las palabras escritas del Sutra del Loto, por lo tanto, el Sutra en sí es la voz del Buda hecha texto. " Es como el ejemplo de las semillas que germinan, se convierten en plantas y dan arroz. Aunque la forma del arroz cambia, su esencia es una sola", explica el Daishonin.

Así pues la voz del Buda ha tomado la forma de las escrituras budistas dirigidas hacia el propósito de guiar a todas las personas a la iluminación, y las palabras del Sutra del Loto son el registro escrito de la intención del Buda. Por lo tanto, cuando hacemos gongyo, mañana y tarde, hacemos eco de las palabras del Buda recitando los dos capítulos más importantes del Sutra del Loto.

El " Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría" describe entre las características especiales de la voz del Buda que es tranquilizadora, imparte valor y esperanza y es capaz de inspirar a la gente. Y Nichiren Daishonin añade que de entre los treinta y dos rasgos que caracterizan al Buda, el único que no es visible es la voz pero es el más importante porque expresa el corazón y la mente.

Nichiren postuló que el estado de Budeidad consiste en la fusión de la sabiduría subjetiva con la realidad objetiva, es decir, la comprensión total de las realidades de este mundo. La iluminación consiste en el desafío constante y diario y la renovación de la determinación de desarrollarse y de influenciar positivamente la vida de quienes nos rodean.
 La SGI alienta a sus miembros a observar  la verdadera naturaleza de cada pensamiento, palabra y acción, y extraer sabiduría para tomar por sí mismos la elección correcta en cada faceta de sus vidas.

Daisaku Ikeda nos explica en una disertación acerca del Sutra del Loto: Todas las filosofías, con excepción del Sutra del loto, no son más que fragmentos, partes de la gran ley de la vida. Si nos basamos en fragmentos, aunque contengan verdades parciales, no podremos experimentar una revitalización total e integral en todos los aspectos de nuestra vida. En verdad, las filosofías que exponen sólo verdades parciales terminan distorsionando nuestra existencia. El Sutra del loto, por otro lado, enseña la única Ley fundamental que unifica todas las enseñanzas fragmentadas y les da la perspectiva correcta. Y permite que cada persona brille y cumpla su función dentro de una totalidad. Esta es la "sabiduría del Sutra del loto".

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