viernes, 28 de febrero de 2014

Tolerancia y sentido común a la hora de catalogar a un perro como peligroso






                     ANTES DE JUZGARME CONÓCEME





La actual ley sobre perros peligrosos es absolutamente dicriminatoria, absurda, imperfecta y con importantes lagunas. Si de lo que se trata es de proteger a los ciudadanos de posibles ataques caninos es absurdo que se cataloguen como potencialmente peligrosos una serie de razas y queden excluidas otras de mayor tamaño en la mayoría de las ocasiones y una probada fiereza o agresividad. Nada tendrá que ver con el criterio a seguir en dicha clasificación que las personas a las que se les pidiera colaboración para redactar la susodicha lista fueran criadores y preservadores de la raza del pastor alemán, con una parcialidad clara a la hora de no incluir en la lista a esta raza y todas sus variantes, pues pese a su tamaño, peso y carácter marcadamente dominante, parece ser que puede ser adoptado por personas de dudosos antecedente y agresividad probada, sin ningún tipo de problemas, sin psicotécnicos, licencias, sin obligatoriedad del uso de bozal y sin ningún tipo de control sobre su educación. Realmente absurda la ley, los criterios en que se ha basado, la poca preparación por no hablar de ineptitud o mala fe de las personas a las que se les ha pedido colaboración en su edición y la poca previsión o ignorancia de los que han encargado a estos su elaboración, no previendo las consecuencias nefastas que la poca objetividad podría provocar. Perros extremadamente cariñosos, fieles, juguetones y muy sociables que tienen unas necesidades esenciales lúdicas y de ejercicio físico para mantener un óptimo estado psicológico y físico se convierten en desconfiados, poco sociables, emocionalmente inestables, y los envuelve en un halo de una perturbadora pasividad,condicionando precisamente que se conviertan en especímenes potencialmente peligrosos lo que se habría evitado con una adecuada socialización con sus congéneres y con el ser humano y sin el uso de barreras físicas absurdas e incongruentes para especímenes sanos. Esta ley es tan absurda como aislar a los descendientes de asesinos, violadores y demás crímenes contra la humanidad, alegando que son portadores del mismo código genético. Creo que basándonos en el sentido común, lo lógico sería juzgar cada perro individual e independientemente de su raza, por su potencialidad física o su insocialización como peligroso o no. Personalmente no me parece menos peligroso un pastor alemán, un pastor belga, un malinois y un sinfín de razas de considerable emvergadura que un Pitbull o un American Stafford, de los que ni siquiera excluimos de la lista los ejemplares miniaturizados, los terrier. Absurdo....

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